viernes, 9 de enero de 2015

EL PROYECTO PARA SOTERRAR TERMIBUS PASA A LA SIGUIENTE LEGISLATURA, (08-01-15)


El alcalde prefiere que sea el nuevo gobierno local quien inicie las obras
Definitivamente, las obras de la nueva estación de Termibus no comenzarán en los meses que quedan de esta legislatura, según declaró ayer el alcalde Ibon Areso en los micrófonos de Radio Bilbao-Cadena Ser. El máximo responsable del Ayuntamiento de la capital vizcaina quiso dejar claro que el proyecto no se paraliza, sino que únicamente se traslada la decisión de adjudicar las obras al gobierno municipal que resulte elegido tras las elecciones del próximo mes de mayo. Areso considera que una decisión tan importante como esta, referida a un proyecto clave en la regeneración de Bilbao, debe tomarla quien coja la riendas del Ayuntamiento una vez celebrados los comicios municipales.
El alcalde de la capital vizcaina considera que hay dos razones de peso para no iniciar las obras en esta legislatura que ya acaba. En primer lugar cree que si se adjudica una obra de esta magnitud en los próximos meses podría dejar hipotecada de alguna forma la actuación del próximo ejecutivo local. Por otra parte, este proyecto ha tenido que superar diferentes problemas desde que se puso en marcha.
Según el calendario que estableció el Ayuntamiento en julio del año pasado, la adjudicación de las obras se tenía que haber realizado durante el último trimestre de 2014, de tal forma que los trabajos hubiesen podido empezar a lo largo de este primer trimestre. Sin embargo, estos plazos no se cumplirán. Se aplaza el proceso.
DESIERTO 
El proyecto de la nueva estación de Termibus en Garellano sufrió el primer retraso después de que ninguna empresa se presentara al concurso convocado por el Ayuntamiento. El temor de las constructoras, ante una delicada situación económica, fue el motivo por el que el primer concurso de licitación para la ejecución de las obras quedó desierto. Ante esa situación, el Ayuntamiento abrió una novedosa fórmula de trabajo que se denominó Diálogo competitivo. A través de este diálogo, las empresas interesadas en el proyecto y los técnicos municipales definieron lo que podía ser el pliego de condiciones de la licitación. Y así se hizo. El Ayuntamiento se reunió con seis grupos de empresas interesadas en su construcción. Pero llegado el momento, el de sacar a concurso las obras, el Consistorio ha decidido no seguir adelante y esperar que el nuevo equipo de gobierno tome la decisión más adecuada.