EL ALCALDE DE VITORIA, CONTRA EL BURKA EN LOS AUTOBUSES URBANOS, (17-11-14)
Maroto defiende al conductor que impidió el acceso de una mujer
cubierta a su vehículo y se muestra partidario de regular la vestimenta
en este servicio públicoUna mujer, cubierta con burka en Afganistán
El alcalde de Vitoria, Javier Maroto (PP), ha abogado este lunes por
modificar las normas de los autobuses urbanos de Vitoria para obligar a
los usuarios que oculten su rostro, incluidos las mujeres musulmanas que
visten burka, a destaparse para poder ser identificados. Maroto
sostiene que se trata de una medida de "sentido común" y ha afirmado que
"no sé por qué lo que es normal en Europa no puede serlo aquí".
El primer edil ha analizado el suceso esta mañana y ha considerado
que es "injusto" criminalizar a este trabajador después de que aludiera a
razones de seguridad y "descartara públicamente motivaciones racistas"
para adoptar la decisión. "Lo que corresponde aquí es tomar las medidas
necesarias y las decisiones adecuadas, y ninguna de ellas es decir que
el conductor es culpable de delito de racismo como dijeron los de
siempre, los de SOS Racismo, no se puede criminalizar a este conductor".
"Intentan criminalizar al conductor"
El alcalde ha reconocido que no existe una norma que obligue a los
usuarios de Tuvisa a identificarse físicamente, pero ha dejado claro
claro que es partidario de que la haya. "Debería existir. En otros
lugares de Europa, también en otros puntos de nuestro país, es normal
que se pueda reconocer al usuario al margen de su religión. Como siempre
hay excepciones en la regla, habrá que estudiar eso".
Maroto insistió en que en algunos países europeos el ciudadano que
utiliza un autobús o cualquier otro servicio público no puede ocultar su
rostro por razones de seguridad y de identificación. Se trata
simplemente, a su juicio, de aplicar el "sentido común. Lo que es normal
en otros países de Europa no sé por qué no puede serlo aquí".
"No vamos a dar pasos adicionales hasta no ir avanzando en el
desarrollo de ese proceso de información para conocer todos los detalles
y estudiar con calma lo sucedido. A posteriori, cuando se tenga toda
esa información, corresponderá o no dar más pasos o establecer medidas
concretas", ha señalado.
Finalmente, y sobre la recogida de firmas de llevó a cabo el
conductor, ha reconodido que no debería haber realizado esta tarea en
horas de trabajo, pero ha subrayado que "hay que ponerse en el pellejo
de esta persona, que era plenamente consciente de la presión mediática y
social que iba a sufrir, para entender su actuación. Lo más grave de
todo esto es el intento de criminalizarle"