La plaza Circular es, en estos momentos, un espacio poco amable con carácter más de rotonda que de plaza.
Le ha llegado la hora a la plaza Circular de Bilbao. El espacio más transitado por turistas y residentes es también una zona poco amable y con mucho tránsito de vehículos. Tanto es así que más que plaza parece rotonda. El Ayuntamiento está ultimando ahora los detalles del proyecto constructivo para reformar este espacio. Las obras comenzarán la segunda quincena de octubre, se invertirán dos millones de euros en los próximos dos años y durarán entre seis y ocho meses. La idea es ganar 650 metros más de aceras a los 1.000 con los que cuenta ahora la plaza.
La reforma de la plaza Circular pretende dignificar este espacio al que cada vez llegan más turistas y por el que transitan prácticamente todos los bilbainos y vizcainos que llegan a la villa ya sea por ocio o negocio. En los últimos años, el Ayuntamiento ha procedido a reformar prácticamente el resto de rotondas y glorietas de la ciudad, pero todavía no se había metido con una de las plazas más emblemáticas de la villa. Cierto es que cualquier modificación en este espacio implica a su vez una reordenación del tráfico puesto que uno de los inconvenientes de esta zona es precisamente la cantidad de vehículos que paran en la plaza. Y este es el principal objetivo: evitar que las unidades de Bilbobus esperen en esta plaza hasta el siguiente servicio y acondicionar el espacio para la próxima llegada del TAV.
A falta de los detalles definitivos del proyecto constructivo, lo que estará claro es que las aceras ganarán metros para asemejarse a las que tiene la Gran Vía con espacios de 13 metros.
En estos momentos, de los 3.800 metros cuadrados que tiene la plaza Circular solo 1.000 son de uso peatonal. Los cambios que está preparando el Ayuntamiento están encaminados a ganar alrededor de 650 metros cuadrados para el peatón ampliando las aceras. Según las directrices con las que trabaja el Ayuntamiento, en concreto la acera de La Granja pasaría de 6 a 15 metros cuadrados de anchura. Se está barajando que desaparezca la marquesina de Bilbobus que hay en estos momentos y que es precisamente donde suelen concentrarse en parada varias líneas de Bilbobus. En todo caso, se mantendrá la parada que se encuentra justo en el extremo junto a la nueva Oficina de Turismo, Terminus. Esto implicaría desviar parte de los autobuses a la calle Ayala y a Hurtado Amezaga hacía Buenos Aires. Aún no es definitiva esta propuesta, pero lo que parece claro es que la parada actual cambiará de lugar con seguridad.
MISMO SERVICIO El concejal de Circulación y Transportes, Asier Abaunza, señala que “los usuarios de Bilbobus no deben preocuparse por los cambios”. Se refiere a que si finalmente como parece indicarse hay supresión de la parada que se encuentra en la acera de La Granja, se colocará otra en una zona muy próxima con lo que no se verán afectados los bilbainos. De igual modo, la parada de taxis también cambiará de lugar, pero se dará servicio en este mismo entorno. Es posible que se estudie también el cambio de los contenedores que afean la calle y que podrían ser subterráneos, pero aún no está decidido. Estos cambios permitirán mejorar la conexión entre El Ensanche y el Casco Viejo mediante un entorno más amable.
La reforma de la plaza Circular va a ser también la excusa para revisar el estado de conservación de la estatua de Don Diego. Como ocurrió cuando se realizaron los trabajos en la plaza del Sagrado Corazón, se aprovechará para comprobar si es necesario realizar algún tipo de rehabilitación a la escultura del fundador de la villa.
Los cambios mejorarán la imagen de la plaza Circular, pero seguirá siendo el punto neurálgico de Bilbao, y más ahora, ya que desde hace un año la antigua sede de la BBK es la oficina de atención a todos los turistas que llegan no solo a Bilbao sino también a Bizkaia y Euskadi. El Ayuntamiento no ha desvelado si la mejora de este espacio se va a completar con la instalación de zonas de estancia, pero es probable que en los nuevos metros peatonales se coloquen bancos como los que ya hay en las aceras de la Gan Vía porque en estos momentos no existe ninguno salvo los propios de las marquesinas.
Al mismo tiempo que se produce la reordenación de los tráficos de la plaza Circular está previsto también que se proceda al cierre del anillo tranviario. En este sentido, desde el departamento de Medio Ambiente y Políticas Territoriales señalan que el proyecto de este tramo del tranvía ya se adjudicó a Idom en febrero y el plazo de presentación del proyecto definitivo concluirá a finales de octubre, por lo que es de esperar que antes de fin de año el tranvía culmine su integración en la ciudad.
Los plazos que baraja el Ayuntamiento para culminar este proyecto de reforma de la plaza rondan los 6 u 8 meses. La idea es que para Aste Nagusia 2015 Bilbao pueda presentar ya una plaza Circular reformada. Precisamente, la convivencia entre las obras y el tráfico habitual en la zona será uno de los problemas que deberán resolver las empresas que ejecuten el proyecto.
