Un conductor de la línea 18 de Bilbobus, que une los barrios de San Ignacio y Zorroza, detuvo ayer el autobús en la plaza de San Pedro, en el barrio bilbaíno de Deusto, para evitar que una discusión con una pasajera pudiera desencadenar un accidente, según informó ayer un portavoz del Ayuntamiento de Bilbao. El suceso se produjo en torno al mediodía. Una mujer que esperaba en la parada del museo de Bellas Artes fue recriminada por el chófer por no haber levantado la mano para advertirle de que parara, por lo que estuvo a punto de CONTINUARviaje sin recogerla. La viajera no se tomó muy bien el reproche o, probablemente, las formas y empezó entre ambos una acalorada discusión. Mientras que en los autobuses existe un botón rojo para solicitar la próxima parada, en las marquesinas la única posibilidad de avisar al chófer es mediante un gesto, por lo que la mayoría de los pasajeros suele elevar la mano como signo de que está esperando.
Según la normativa de los autobuses urbanos, el conductor no puede entablar conversación con los pasajeros mientras conduce y menos aún discutir, indicaron desde el Consistorio bilbaíno, por lo que el trabajador, incapaz de manejar el volante en plena disputa, optó por detener el autocar en la SIGUIENTE parada mientras la usuaria del transporte no cejara en su actitud. El vehículo quedó «fuera de servicio» en Deusto.
Los demás pasajeros fueron transbordados a un autobús de otra línea que tiene el mismo destino, el 10 Elorrieta-Plaza Biribilla, para que pudieran continuar trayecto hasta su parada definitiva. Mientras, la afectada llamó a la Ertzaintza, que envió a la plaza deustoarra una patrulla de Seguridad Ciudadana. Según informó el Ayuntamiento, tras el incidente, el chófer retomó sus obligaciones y volvió a su puesto de trabajo al volante del ‘bilbobus’ 18 hasta que terminó su jornada LABORAL.
