lunes, 1 de diciembre de 2014

OVIEDO SE SUMA AL BILLETE UNICO, DESPUES DE 8 AÑOS, (01-12-14)

Mañana será un día «histórico» para la ciudad, coinciden responsables municipales y regionales. La capital finalmente se integra en el Consorcio de Transportes y el billete único.

Los paneles informativos de las paradas anuncian desde hace días el cambio del sistema.
Los paneles informativos de las paradas anuncian desde hace días el cambio del sistema.
El germen de billete único «nació en Oviedo. En 2005, un proyecto piloto permitió a los estudiantes usar el mismo bono en autobuses urbanos y transporte universitario. Funcionó hasta la entrada en vigor del billete único en Asturias». 
 
Es decir, un año después. La anécdota la cuenta Carlos González Lozano, director del Consorcio de Transportes de Asturias (CTA) satisfecho de haber conseguido un acuerdo con el Ayuntamiento para la incorporación de la capital al billete único. Han tenido que pasar ocho años para que los usuarios puedan coger un bus urbano o interurbano o un tren sin tener que pagar dos veces. El gobierno local insistió durante años en que esta es la única urbe asturiana que importa viajeros y eso suponía un coste. Lo evaluó en 1,8 millones de euros. El Principado confía ahora en que el viajero «ocasional reequilibre» los costes y el billete único sea «autosuficiente» en la ciudad. El acuerdo para la incorporación lo firmaron el presidente del Principado, Javier Fernández, y el alcalde, Agustín Iglesias Caunedo. Avanzaron que se trata de una unión con fecha de caducidad, el 31 de diciembre de 2015. Una prueba.

«Las negociaciones han sido largas y en los últimos años cordiales», reconoció el jueves el director del CTA, Carlos González Llano, en una reunión con vecinos para explicarles cómo será a partir de mañana el sistema de pago en el transporte urbano de la región. Oviedo se integra en el Consorcio dejando de ser una isla en el Principado. De esta forma, Asturias queda conectada a través del billete único. Desde mañana ya no será necesario pagar dos veces en caso de salir del concejo en transporte público. Los autobuses de TUA ya llevan las máquinas que reconocen los nuevos billetes. Nuevos para los ovetenses porque en la comunidad el billete único lleva funcionando desde 2006.
Enero de aquel año se puso como límite el Gobierno de Vicente Álvarez Areces para poner en funcionamiento una iniciativa pionera en la región. El Ayuntamiento de la capital, gobernado por Gabino de Lorenzo, obligó a retrasar unos meses el comienzo de la implantación del billete único pidiendo una cantidad que compensara la llegada de viajeros que utilizarían el transporte urbano: 1,8 millones de euros al año. El sistema se estableció y Oviedo siguió en su posición entre las múltiples protestas y reclamaciones de vecinos y grupos de la oposición.
Los números los explica el Plan de Movilidad Urbana Sostenible de comienzos de 2012: un 8% de los viajeros anuales del transporte público de la ciudad provienen de otros municipios. Por lo tanto, argumentaba, sería necesario incrementar la subvención municipal a la empresa concesionaria del transporte o sacar esos casi dos millones de euros de otros servicios.

En julio de ese mismo año, el alcalde Agustín Iglesias Caunedo, y el presidente del Principado, Javier Fernández, se reunieron por primera vez desde que ambos llegaron a sus respectivos puestos decididos a escribir una nueva historia en el transporte de la ciudad. Dos años después, en marzo, convocaron a los medios de comunicación para anunciar que el billete único sería una realidad también en Oviedo. Aquel día, en la sede de la Presidencia, se dieron cita muchos de los que habían participado en la larga negociación. Coincidieron en calificar la rúbrica como un «acontecimiento histórico». Y eso que el acuerdo tiene, en el caso de Oviedo, fecha de caducidad: el 31 de diciembre de 2015 expira, por lo que será necesario elaborar un nuevo texto.

El mes que comienza mañana y el próximo año deberán servir para evaluar si finalmente el billete único beneficia a los ciudadanos y no perjudica las arcas municipales en los términos expuestos. El Principado confía en que lograr la «autosuficiencia presupuestaria» y que el usuario «ocasional reequilibre» los costes teniendo que aportar lo mínimo posible.

 De momento, hay una subida, del billete urbano de 1,05 a 1,20 euros que los ciudadanos no critican entendiendo que acabará compensando. Porque con los abonos mensuales tienen viajes ilimitados y con los bonos de diez viajes al mes pueden realizar transbordos sin pasar de nuevo la tarjeta. Una vez que un usario del bono de diez viajes se sube al autobús dispone de una hora mínimo (hay distintas modalidades en función de los recorridos que los usuarios suelan realizar) para cambiar al autobús o tren. Un límite que los vecinos de la zona rural ponen en cuestión entendiendo que es poco tiempo para quienes viven lejos del área urbana. Algo que, por el momento, no se cambiará.

El Ayuntamiento, sin embargo, está abierto a modificaciones en el transporte urbano tratando de que las piezas de un complicado puzzle acaben encajando. El billete único llega pocos meses después de la puesta en funcionamiento del Plan de Movilidad que ha reordenado el mapa del autobús en el concejo teniendo en cuenta el cambio del Hospital Central de El Cristo a La Cadellada. Esta importante reorganización conllevó una intensa negociación con los vecinos tratando de dar con las necesidades de cada uno. Aún así, no todos están satisfechos con lo conseguido por el momento. Cansados de que sus quejas no se escuchen, los residentes de Villamar llevaron sus protestas al Pleno municipal de comienzos de semana. Quieren más frecuencias para su línea, la 0. Igual ocurre con la F, que trabajadores del nuevo HUCA quieren que pase más a menudo.

Aquí está uno de los puntos calientes en las relaciones entre el Ayuntamiento y el Principado. Ambas administraciones han mantenido separadas las diferencias en el transporte en el entorno del hospital y la adhesión al CTA. Oviedo asume el billete único mientras los gobiernos locales y autonómicos se plantean llegar a los tribunales por la distribución de los autobuses interurbanos con la apertura del nuevo HUCA. Desde el traslado, los buses que llegan de fuera del concejo tienen parada en La Cadellada, en lugar de ir a la estación de la avenida Pepe Cosmen. El colectivo de taxistas avanza con su pleito mientras el Principado se mantiene firme advirtiendo eso sí a los ayuntamientos y vecinos afectados de lo que podría ocurrir en caso de que las amenazas de los empresarios o el gobierno ovetense prosperen y los jueces acaben quitando la razón al Ejecutivo regional.
Superados ocho años de encontronazos a causa del CTA se abre un nuevo escollo con, por el momento, distintas vías de solución. Un año, con elecciones de por medio, para que sucedan los acontecimientos, y sirva de prueba para comprobar el funcionamiento del billete único y su repercusión en las arcas municipales a través de TUA.

Mañana, sin embargo, será día de satisfacciones para políticos y usuarios que se afanan en adaptarse al nuevo sistema. Con la incorporación al CTA los bonos municipales no tendrán validez (tampoco el recién implantado, de transbordo), por lo que TUA devuelve el importe de los billetes que puedan estar cargados en una tarjeta. Lo que no hace es cambiar una tarjeta por otra, y los viajeros tendrán que pagar 1,50 por la nueva del CTA. Esto ha generado algunas quejas, como es el caso de María Jesús Miguel Rodríguez, que lamenta que en su casa tendrán que adquirir seis nuevas tarjetas: «No han pensado en esto, hicieron lo demás sin tener en cuenta este detalle, que sumará muchos euros».

Por el momento no hay datos de cuántas nuevas tarjetas se han comprado. De lo que sí hay cálculo es del número de desplazamientos que podrían realizarse en un año a través del billete único: 7,5 millones. Para 2016 habrá que hacer nuevas cuentas.