miércoles, 4 de febrero de 2015

LA LANZADERA DE GALDAKAO VUELVE A PARAR FUERA DE ETXEBARRI, (04-02-15)

La jueza revoca la medida cautelar que dictó ella misma el jueves pasado
La Diputación recurrirá el auto y Galdakao pide una solución al conflicto

        Las unidades de Bizkaibus no volverán a recoger y dejar viajeros en la estación del metro en Etxebarri tras la decisión judicial.

La lanzadera vuelve a su exilio en el extrarradio de Etxebarri. Los usuarios de la línea de Bizkaibus que une Galdakao con el metro en la estación etxebarritarra volvieron a verse obligados a recorrer 700 metros hasta el suburbano. Este nuevo giro en el conflicto viene motivado por la decisión judicial de revocar las medidas cautelares que el pasado jueves permitieron llegar a los chóferes hasta el suburbano. Mientras el Ayuntamiento de Etxebarri ha mostrado su satisfacción, el Consistorio de Galdakao ha puesto el grito en el cielo y la Diputación, institución que solicitó las medidas preventivas, ya ha anunciado su decisión de recurrir la orden de la jueza.

El auto dictado ayer por la magistrada Ana María Martínez Navas, titular del Juzgado número 6 de lo Contencioso-administrativo no encuentra razones para mantener la suspensión cautelar que dictó el pasado jueves. Entonces, apenas dos días después de que el ente foral presentase una denuncia contra la decisión de prohibir la entrada en el núcleo urbano de la línea A-3932, los autobuses lanzadera llegaban hasta la estación de metro. La jueza adoptaba esta medida sin escuchar a las partes al considerar que “concurrían circunstancias de especial urgencia” que justifican la medida provisional.

El nuevo giro viene propiciado por un cambio de opinión basado en el hecho de que “no hay un interés relevante (en el conflicto entre las partes) que sea merecedor de una mayor protección pues, bajo las dos perspectivas, se trata de proteger intereses públicos de igual intensidad (seguridad de los usuarios y del tráfico rodado)”. La magistrada señala también que el alegato esgrimido por la Diputación Foral “no puede acogerse como justificación para suspender la ejecución del decreto del concejal de Seguridad de Etxebarri, que debe cobrar virtualidad por el levantamiento de la medida cautelar adoptada con carácter urgente”. Eso sí, el auto indica que “lo anterior no significa que estemos prejuzgando sobre el fondo del asunto” y remite “a la finalización del presente proceso” para dar una “solución definitiva del conflicto”. Un proceso que se puede demorar al menos dos años.

La Diputación ha recibido la decisión judicial como un jarro de agua, más que fría, helada. El ente foral respetó el levantamiento de las medidas cautelares y, de hecho, el autobús que llegó a las 13.40 horas a Etxebarri ya no accedió a la estación de metro sino que se quedó en la parada periférica. Sin embargo, fuentes forales también señalaron que están dispuestos a pelear por llevar el autobús hasta la marquesina aledaña al suburbano. Los servicios jurídicos forales presentarán en breve -tienen 15 días de plazo desde ayer- “el recurso de apelación en un solo efecto” al que tiene derecho el ente foral. No obstante, después de los argumentos expuestos por la magistrada es más que probable que no se acepte y se vaya ya a la resolución definitiva del caso.

Indudablemente se trata de un periodo excesivo para los vecinos y el municipio de Galdakao. De ahí que ayer el Ayuntamiento mostrase su malestar por esta decisión y solicitase un encuentro con la Diputación con el fin de buscar una solución beneficiosa para los vecinos. Evidentemente, el Consistorio dirigido por Ibon Uribe entiende que la situación en la que vuelven a quedar los usuarios de la lanzadera no se puede dilatar hasta la resolución del litigo.


REPRODUCIR LA PESADILLA 

A falta de saber lo que pueda ocurrir con el recurso foral, el primer edil solicitó ayer mismo “abordar una solución urgente a la conexión de los vecinos y vecinas de Galdakao con el metro, además del servicio directo a través de autopista hasta Garellano”.

En este sentido, el alcalde galdakoztarra consideró un “despropósito” dejar a los viajeros a 700 metros del suburbano, “a la intemperie e incluso sin un mínimo de seguridad en general y accesibilidad para las personas de movilidad reducida”. Por eso, “sin entrar a cuestionar las razones que han motivado a la jueza a adoptar esa decisión”, Uribe quiso denunciar la “desprotección en la que quedan los vecinos y las vecinas de Galdakao ante este despropósito”. “Nos parece increíble que vuelva a reproducirse la pesadilla”, añadió. Finalmente, tras recordar que esta misma semana la Diputación ha mejorado la conexión vía Bizkaibus de Etxebarri con el ambulatorio de Galdakao, se preguntó: “¿Dónde está la solidaridad de Etxebarri?”. “La paciencia tiene un límite y, en nuestro caso, ya están encendidas todas las alarmas porque hemos aguantado lo indecible en este tema”, indicó

En el lado opuesto, el Ayuntamiento de Etxebarri emitió ayer un comunicado en el que se limitó a indicar que “acatará las medidas que se impongan en el proceso Contencioso-administrativo” y a explicar su razonamiento en contra de las medidas cautelares. “El Ayuntamiento de Etxebarri basó su defensa en el informe municipal de 12 de diciembre de 2014 poniendo el acento sobre la seguridad en la calle Fuenlabrada y, sobre todo, el estrechamiento del puente de la avenida Sabino Arana”, indicó. De esta manera, el Consistorio dirigido por Loren Oliva vuelve a centrar su argumentación en la cuestión de la seguridad y deja a un lado las supuestas molestias que causarían estos autobuses, que venía siendo el argumento central de los vecinos que se han mostrado en contra del paso de la lanzadera. En todo caso, el alcalde etxebarritarra se remitió a una rueda de prensa que tendrá lugar hoy mismo. No cabe duda de que aún queda mucho camino por recorrer en un conflicto que pronto cumplirá dos meses.