Las actitudes que más molestan a los conductores y los principales motivos de multa, curiosamente, coinciden. ¿Cuáles son los pecados que con mayor frecuencia se comenten en la carretera?
La empresa HTM Boxes, dedicada al alquiler por horas de puestos de reparación en los que cada uno puede subsanar sus pequeñas averías, ha redactado un informe con 'esas cosas' -como diría el presidente- que nos exasperan y obligan -es así- a volcar toda nuestra frustración sobre el claxón. Según el listado que han publicado, lo que más nos quema es que el coche de delante tarde en arrancar cuando el semáforo se ha puesto en verde.
Según lo publicado, lo que más nos quema es que el coche de delante tarde en arrancar cuando el semáforo se ha puesto en verde
No hay que tirar mucho del hilo para descubrir que lo que nos fastidia es estar parados en ese cruce. Es decir, que si llegamos y está naranja intenso casi rojo, decimos aquello de 'amarillo limón', pisamos a fondo y 'palante'. Que el mundo es de los valientes. Y la multa también, claro. (Por favor, valiente léase inconsciente). ¿O por qué creen que se han colocado cámaras en los semáforos? Gracias a ello se ha reducido mucho el número de vehículos que ignoran el disco rojo. Al menos en los cruces en los que vigila el gran hermano multón.
El segundo comportamiento que nos pone de mal humor es eternizarse al aparcar. Poco que explicar. Hay millones de chistes, la mayoría muy machistas, sobre la torpeza o la distancia de la acera a la que se deja el coche. Lo más gracioso es que según la encuesta de la organización de consumidores, aparcar mal es la principal causa de multa en España. El 82 % de los consultados señala que "aparca en doble fila si tiene que hacer un recado, y un 45 % dice que aparca mal por falta de sitio".
Los conductores consideran desmedido que el Estado haya recaudado 658 millones de euros por sanciones el curso pasado (sale a 129 euros por cada licencia en vigor), pero al mismo tiempo reconoce con normalidad que la gran mayoría de las sanciones se debe a aparcamientos indebidos, explica el informe. Más "preocupante" es el 47 % de los conductores consultados que asegura "sin reparos" que conduce pese a haber bebido alcohol. ¡Y esto a se ve que esto no nos enfada! Cómo vamos.
El 47 % asegura que conduce pese a haber bebido alcohol.
Si lo hace, en cambio, la falta de decisión al incorporarse a una autovía o autopista o circular por el carril de la izquierda o del centro cuando hay hueco a la derecha. La verdad es que es muy molesto. Claro que si tenemos en cuenta que la mayoría de las recetas que nos endosa la Ertzaintza en el País Vasco y la Guardia Civil en el resto del Estado se deben a rebasar el límite de velocidad, especialmente en vías de peaje, no es tan raro que se abandone el carril supuestamente más lento. El 90 % de los conductores sondeados admite que excede el límite de velocidad al adelantar, mientras que el 82 % indicó que lo supera en autopista si hay poco tráfico.
En Euskadi, dos de cada tres de las 271.134 sanciones impuestas por la Policía autonómica en 2014 se debe a la velocidad. La creciente implantación de radares móviles y fijos contribuye lógicamente a estas pilladas, pero algo tendrá que ver también lo que se pisa el acelerador. Hay que recordar que las de aparcamiento son competencia de las guardias locales, de los ayuntamientos, vamos, y por eso no aparecen en la estadística del gobierno vasco.
Finalmente, la quinta razón por la que perdemos los papeles en el coche son los cambios de carril no señalizados. El típico "¡¡marca, hombre, marca!!" seguido de un montón de improperios. No hay duda de que un buen conductor siempre señaliza sus intenciones con antelación y que no hacerlo es un gran peligro. Seguramente esa es la causa de nuestra ira. Ser más o menos correcto y educado con los que nos rodean es discutible, pero las conductas que ponen en peligro la vida de los demás son intolerables en cualquier circunstancia. Aunque por lo visto nos enfadamos más por nimiedades como lo que se tarda en arrancar en un semáforo.
