La Diputación implica a las firmas, que trasladarán su intención a los comités para que suspendan los paros
Desconocidos sabotearon catorce autobuses en la cocheras de Abanto
Esta era una de las condiciones que ponían encima de la mesa
los sindicatos convocantes de los paros, ELA, UGT, CC.OO. y LSB-USO para
resolver el conflicto, un paso que las empresas están dispuestas a dar
si se desconvocan los paros.
Aun así, queda otro requisito por parte de los sindicatos para dar carpetazo al asunto. Que la Diputación se comprometa a respetar el punto del acuerdo del año pasado en el que se garantizaba el mantenimiento de los puestos de trabajo existentes a 4 de octubre de 2013 y su no amortización posterior. Una cifra que según los sindicatos es cercana a los 300 empleos y que implica “eliminación de líneas o perdida de frecuencia de las mismas”, indicaron fuentes de ELA.
Fuentes forales fueron ayer muy explícitas tras el encuentro con los representantes de las cinco concesionarias que se prolongó durante más de dos horas y en el que participó la propia diputada foral, Itziar Garamendi, y sus dos directores forales.
Aseguraron que el texto acordado con las empresas recoge “la obligación de las nuevas sociedades gestoras de subrogar a todo el personal del anterior contratista del servicio público” y en caso contrario supondrá ser “causa de resolución del contrato”. También concreta “la obligación de respetar el mantenimiento de los derechos adquiridos por el personal subrogado en la posición del adjudicatario durante la vigencia de la concesión”.
Las negociaciones forales también han conseguido que “las empresas no podrán inaplicar el convenio salvo que exista acuerdo con la representación de los trabajadores y trabajadoras ni podrán realizar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo colectivas sin acuerdo sindical”.
Además, se recoge que “el personal de nueva contratación de cada concesión sea por orden de días trabajados en las concesiones de Bizkaibus y durante su vida laboral, comenzando por el que más días acumulados tenga”.
Esto implica, básicamente, recoger el primer punto del acuerdo de octubre de 2013 que firmaron la institución foral y todas las centrales sindicales, salvo LAB. Las cinco concesionarias trasladarán cada una a su comité de empresa el documento con una propuesta “que posibilite poner fin a los paros”.
Una pata de dos Ahora queda que los sindicatos recojan el guante y decidan desconvocar los paros, el siguiente mañana mismo, también de 24 horas, como el que sufrieron ayer los usuarios de Bizkaibus. Fuentes de ELA indicaron a última hora de ayer, tras conocer el resultado de la reunión vespertina, que “parece que una pata está resuelta, lo tendremos que analizar, pero aún queda la segunda pata que depende de la Diputación”.
La de ayer fue una jornada que empezó muy mal después de que desconocidos sabotearon de madrugada un 14 autobuses en las cocheras que la empresa Encartaciones tiene en Abanto. Pinchazos y deshinchado de ruedas más la inutilización del sistema de arranque supusieron un retraso de más de tres horas la salida de los servicios y afección a todas las líneas que unen Enkarterri con Ezkerraldea, Getxo y Bilbao, según fuentes forales. La propia diputada, Itziar Garamendi, expresó en un comunicado su “más enérgica condena por el sabotaje” y aseguró que “no es el camino para resolver nada”.
Aun así, queda otro requisito por parte de los sindicatos para dar carpetazo al asunto. Que la Diputación se comprometa a respetar el punto del acuerdo del año pasado en el que se garantizaba el mantenimiento de los puestos de trabajo existentes a 4 de octubre de 2013 y su no amortización posterior. Una cifra que según los sindicatos es cercana a los 300 empleos y que implica “eliminación de líneas o perdida de frecuencia de las mismas”, indicaron fuentes de ELA.
Fuentes forales fueron ayer muy explícitas tras el encuentro con los representantes de las cinco concesionarias que se prolongó durante más de dos horas y en el que participó la propia diputada foral, Itziar Garamendi, y sus dos directores forales.
Aseguraron que el texto acordado con las empresas recoge “la obligación de las nuevas sociedades gestoras de subrogar a todo el personal del anterior contratista del servicio público” y en caso contrario supondrá ser “causa de resolución del contrato”. También concreta “la obligación de respetar el mantenimiento de los derechos adquiridos por el personal subrogado en la posición del adjudicatario durante la vigencia de la concesión”.
Las negociaciones forales también han conseguido que “las empresas no podrán inaplicar el convenio salvo que exista acuerdo con la representación de los trabajadores y trabajadoras ni podrán realizar modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo colectivas sin acuerdo sindical”.
Además, se recoge que “el personal de nueva contratación de cada concesión sea por orden de días trabajados en las concesiones de Bizkaibus y durante su vida laboral, comenzando por el que más días acumulados tenga”.
Esto implica, básicamente, recoger el primer punto del acuerdo de octubre de 2013 que firmaron la institución foral y todas las centrales sindicales, salvo LAB. Las cinco concesionarias trasladarán cada una a su comité de empresa el documento con una propuesta “que posibilite poner fin a los paros”.
Una pata de dos Ahora queda que los sindicatos recojan el guante y decidan desconvocar los paros, el siguiente mañana mismo, también de 24 horas, como el que sufrieron ayer los usuarios de Bizkaibus. Fuentes de ELA indicaron a última hora de ayer, tras conocer el resultado de la reunión vespertina, que “parece que una pata está resuelta, lo tendremos que analizar, pero aún queda la segunda pata que depende de la Diputación”.
La de ayer fue una jornada que empezó muy mal después de que desconocidos sabotearon de madrugada un 14 autobuses en las cocheras que la empresa Encartaciones tiene en Abanto. Pinchazos y deshinchado de ruedas más la inutilización del sistema de arranque supusieron un retraso de más de tres horas la salida de los servicios y afección a todas las líneas que unen Enkarterri con Ezkerraldea, Getxo y Bilbao, según fuentes forales. La propia diputada, Itziar Garamendi, expresó en un comunicado su “más enérgica condena por el sabotaje” y aseguró que “no es el camino para resolver nada”.
